Días difíciles, cortos, estresantes. Desde aquella primera quincena de junio no me enfrentaba a esa sensación de agobio previa a un examen; ni tampoco al alivio posterior a su finalización. Alivio a secas, nada de euforia, los días de sobresalientes han terminado...!Bienvenido al desierto!
Empiezo por aquí porque llevo más de 10 minutos con la pantallita en blanco sin saber como arrancar. Dicen que todo comienzo es complicado...
Ahora, y con las vacaciones en la mano, el tiempo es para mí. Es positivo liberarse de obligaciones aunque sea por poco tiempo; porque aunque sea Navidad, aunque sea siglo XXI, hay quienes seguimos prefiriendo vivir despacio.
Recuerdo el día en que conocí la palabra Utopía: fue en esa aula verde (quizá la más especial de mi instituto de secundaria) y de mano de una de esas personas a las que siempre llevaré conmigo, porque, sin ninguna duda, ha sido uno de los arquitectos de este proyecto de vida que lleva mi nombre. Utopía es, históricamente, la obra cumbre de Tomás Moro y en ella se habla de una sociedad perfecta.
Hoy, haciendo zapping en televisión, me encontré con el cantautor Ismael Serrano, cuyas palabras acostumbro a tomar en cuenta, y después de leer esta respuesta espero que algunos de los que paseís por aquí también: " Ismael, ¿qué regalarías a tu peor enemigo?...Pues le regalaría Cartas a un joven español, de José María Aznar ". Una sonrisa es la mejor manera de comenzar.
Tras la broma/chiste/recomendación, a Ismael le presentaron distintos personajes históricos a los cuáles debía definir con solo una palabra. Le llegó el turno a Ernesto "Ché" Guevara (los que me conocen sabrán de mi afinidad o no a dicho personaje), e Ismael lo definió de la manera más sutil, evitando salir espinado, lo definió con el mismo término que yo habría utilizado: "Utopía".
Los ídolos no pasan de moda, los humanos necesitamos admirar a alguien por encima de todas las cosas. Lo común en nuestros días es idolatrar a una bellísima modelo, a un seductor de las pantallas de cine, a un artista capaz de encandilar a millones de personas con su música, a un deportista que destroza récords, y, en casos de desesperación, a un "ser superior"...en definitiva, idolatramos a ganadores, y eso es positivo, ya que en mayor o menor medida, ansiamos llegar a cada una de nuestras metas.
No era guapo, ni mucho menos; tampoco fue un ganador. Mi ídolo murió asesinado y también asesinó. Defendía unas ideas perfectas en la teoría y nefastas en la práctica. Pero eso no cambia nada, no idolatro a un ser perfecto, idolatro a una persona. Con esto demuestro que más que en la meta, mis miras están en el camino, y no me importa andar por el mas largo, no tengo prisa en llegar; tampoco por el más complicado, intentaré levantarme tras cada derrota.
Porque, al final, vivir es una continua Utopía, siempre existirá ese sueño incumplido (y digo sueño, no ambición).
Pd-1: Me gustaría volver a verte antes de terminar el año. Dicho queda, ahora está en tus manos :D!
Pd-2: Para quien lo solicitaba, ahí va mi carta de Reyes: Quiero esa pasión que me haga dejarme la piel en todo lo que hago, que no me importe perderlo todo, jugar y arriesgarme, que prefiera morir de pie a vivir siempre arrodillado.
"a pesar de todo he aprendido...si la noche es clara, a la luna se le ve el ombligo"
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