domingo, 29 de noviembre de 2009

Eres



Eres el pequeño rayo de Sol que se cuela cada mañana entre las persianas; eres el lento despertar, sonrisa mediante, de un domingo cualquiera; eres cada uno de mis pelos sin razón, y mis "Buenos días".


Eres la balconada que me salva de la lluvia de invierno; eres el bar que abre aun cuando todo ha cerrado; eres el chocolate caliente que me devuelve el calor que nunca debí dejar marchar.


Eres el encuentro inesperado con el rostro conocido, el abrazo sincero, el corazón de jarabe de glucosa que anima las tardes de estudio.


Eres la íntima soledad del parque nocturno, el deambular perdidos sin perdernos, el salto a ojos cerrados con bienvenida entre mis brazos.


Eres cada uno de los nuevos sabores que adornan mi lengua insurrecta; eres el agua que no conoce muerte más dulce que la de escurrirse tras recorrer tu cuerpo; eres mi pasión indomable.


Eres ese idioma que a veces no entiendo, ese gesto fugaz que mi miopía no logró alcanzar; eres la profundidad en la mirada de esos ojos sin límite que me atrapan como la primera vez.


Eres el fuego donde quiero fundirme, el puerto al que amarrar mi velero; emigrante en la frontera de tus caderas. Eres el lugar donde quiero envejecer.