"Y ahora tú, mi amor,
pequeña gran superpotencia,
despiértame
y dime que las cosas va a marchar bien.
Que sembrarás de flores toda la ciudad.
Que me harás temblar.
Y ahora ven, mi amor,
salgamos a la calle bien temprano,
para gritar
que en nuestro nombre nunca deberán cortar
las manos que sembraron,
que dieron calor."