domingo, 28 de septiembre de 2008

En voz baja...




"La única sociedad posible, es la sociedad con uno mismo"
. Desconozco los motivos que llevaron a Ginés Cedrés a firmar tan contundente sentencia (quizá en alguna escapada por la Biblioteca Central de la ULPGC consiga saber más acerca de ello). Ha sido esa frase algo a lo que he dado muchas vueltas durante bastante tiempo, con la (precipitada) conclusión de que no puedo darle la razón, de que aun careciendo de argumentos firmes tengo que estar en desacuerdo con esa reflexión. ¿Para qué seguir si no hay salida?

Soy un ingenuo y no hay más que hablar. Soy de los que ponen la otra mejilla, aunque esta frase, lo que representa y de donde proviene me den un asco increíble. Soy de los que calla y agacha la cabeza, de los que vuelven a casa golpeando piedritas, de los que se mojan en los charcos. De los que creen en la sociedad, aunque el día a día muestre lo contrario. De los que empiezan a darle la razón a Ginés.

Empeñado en que no hay nada más bonito que permitir a cualquiera opinar de lo que aquí pueda leer, ver, o escuchar. Abierto a halagos, a críticas, y a indiferencia; pero nunca a tomaduras de pelo o a faltas de respeto, por ahí no paso.

Voy a seguir abierto a esos halagos, a esas críticas, y a esa indiferencia, con la novedad de que a partir de ahora habrá que dar la cara, de la misma manera que me toca darla a mi. Visto lo visto, no me quedaba otra alternativa, exceptuando las drásticas de restringir las visitas, o de incluso cerrar el blog, las cuáles llegué a plantearme tras la "noche en espiral".

Todo lo que en primer año de carrera se empeñan en meterte en la cabeza acerca de la necesidad de unas normas y del por qué de su nacimiento puede llegar a comprenderse en sólo unos minutos, cuando vives en carne propia la injusticia, cuando recibes la puñalada tras dar a ciegas toda tu confianza, cuando das de frente con alguien demasiado listo (o eso cree él), cuando entiendes que los lobos con piel de cordero no son solo cosa de cuentos infantiles.

Dejo para otro día la entrada sobre el comienzo del curso y las sensaciones que deja el final del verano. Necesitaba darme el capricho de escribir algo así de complejo, necesitaba darle mil vueltas a una misma idea, necesitaba saber hasta dónde puedes remar...necesitabas tu minuto de gloria!


Pd: Con la tontería me dio por inscribir a Notas desde el Insomnio en los Premios 20Blogs que organiza 20minutos.es. Colocaré el enlace al blog ganador de 2006: Ni libre ni ocupado, de Daniel Díaz. Lo fácil, copiarle; lo difícil, ponerse a su altura.



viernes, 12 de septiembre de 2008

Esta noche, sí!

Canción-homenaje: "November rain", de Guns 'N' Roses.







"Because nothing lasts forever, even cold November rain"



jueves, 4 de septiembre de 2008

Quemando tus recuerdos






Esta noche pensaba poner una canción-homenaje, November rain; sin embargo ya veís la que he colgado, decidí cambiar la canción-homenaje por una canción-estado de ánimo.

Porque estoy cansadísimo y esta noche vale más mi sueño que estas palabras vacías; porque con el tiempo aprendes a tomarte las cosas con filosofía, con cierto toque de humor, sin dramatismo alguno; porque es en directo y hay que ir calentando para lo que se nos avecina; y porque no encuentro mejor canción para decirte que estoy harto.


Pd: Hoy no estoy para homenajes. Buenas noches a tod@s :D!



"¡Qué importa que me engañes si luego me sonríes!
¡Qué importa ser poeta o ser basura!
Anoche pasé frío en el cuerpo y en el alma...
Anoche pasé frío y quedó mi libertad de amor helada."


martes, 2 de septiembre de 2008

Insomnio - Capítulo II -




"Olvida tus prejuicios y escucha esto". Pues vamos a probar, no voy a perder nada! Porque así soy, y en general creo que la mayoría también, cuando nos eliminan la posibilidad de fracaso, pues como que todo pinta más bonito, ya te puedes comer el mundo, que en el peor de los casos siempre podrás volver a atrás como si nada hubiera pasado. Desgraciadamente, esto solo ocurre con la Nintendo de mi hermano, y con los vídeos de YouTube que te envíen a altas horas de la madrugada; en la vida real solo te queda pelear con el miedo a lo desconocido, que viene a ser como andar a oscuras por una casa que no es la tuya...


Escuché hace unos días que basta con alterar el orden establecido para que todo se vuelva caos. Probablemente nada tenga que ver esto con el párrafo anterior, pero es que me pareció una verdad tan grande que merecía su hueco aquí, y además, una verdad por la que tod@s hemos pasado alguna vez.


Terminaba su afirmación con un rotundo: "¿te cuento una cosa sobre el caos? Es justo". Y ante esto a uno no le queda otra que quitarse el sombrero, es difícil encontrar adjetivo más acertado. Porque quizá sea en el caos cuando se ven las cosas como realmente son; porque nadar en lo previsible, en lo establecido, es muy sencillo; porque es muy fácil ganar cuando se juega con las cartas marcadas. Pero es en el caos, es a oscuras, es en lo desconocido, cuando se descubren las cosas como realmente son; el caos es justo, porque, aunque parezca lo contrario, pone a cada cosa en su lugar.


Y vale, que sí, que es inútil toda esta entrada, que es inútil buscar un fundamento lógico al caos, que quién firma las frases anteriores sobre el caos es un esquizofrénico de una película, que empecé con Bunbury y acabé con esto, que me demostraste que en tu vida no hay lugar para héroes. Tanto frío no es bueno!