martes, 19 de agosto de 2008

Vértigo


Siempre he pensado que el vértigo es la enfermedad del ganador. El requisito principal para padecer de vértigo es estar arriba, tener éxito, o ser alguien; digamos que sólo puede afectar a aquel que realmente tiene algo que perder. Por todo esto, siempre me he creido inmune al vértigo.

Hace justo un año caí en la tentación de hacer públicas aquellas cosas que me acompañaban durante las largas noches sin dormir, o durante todos los momentos en los que dejo volar la mente a través de una mirada perdida.

Es una simple cuenta de correo, una entre millones, no tiene nada de especial, y sin embargo me permite ser lo que me apetece en cada momento, un forofo futbolero, un pseudorevolucionario idealista, dar vía libre a las más bajas pasiones; o demostrarte que nunca enterré nuestra historia de amor.

Ha aportado muchas de las gotas que forman la nube desde la que escribo esta noche, y, sin duda, ha construido el puente que me ha permitido volver a llegar a ti.

Así que, una vez más, el tiempo se ha encargado de quitarme la razón, de destruir mis inamovibles ideales (estúpidos en más de una ocasión), y demostrarme que no soy inmune a eso que llaman vértigo. Bendita enfermedad!



"Quién fuese pañuelo para tu tristeza, la luz de tus callejones,la llave de tu puerta...para ser el dueño de tus noches en vela."


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