sábado, 29 de agosto de 2009

Los mismos clavos




Me dices que me parezco a los caracoles
me sobra techo, me muero en soles,
tras la espesura del chaparrón.
Será que el camino bueno se ha vuelto malo,
o que no quiero pegar ni un palo,
que sólo quiero escuchar tu voz.

Que siempre llego a la deshora que me marca el corazón,
y que, cuando estamos a solas, molesta el caparazón.

Me dicen que tus braguitas revolotean,
que lo hacen sólo pa' que las vea,
que llevan alas de desamor.
Será que las ensuciamos tan malamente,
que los colchones son mala gente,
que siempre quieren tener razón.

Que siempre llego a la deshora que me marca el corazón,
y que, cuando estamos a solas, molesta el caparazón.

Mi casa está donde estás tú,
los mismos ojos, la misma luz.
Mi casa está donde estás tú,
los mismos clavos, la misma cruz
los mismos clavos, el mismo ataúd.


José Romero.






Pd: Lo dicho, los putos mismos clavos. Cansado. Harto. Me la suda.



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